Según Plinio, el vidrio se inventó por casualidad y sería debido a algunos mercaderes Fenicios que al preparar fuego sobre la arena con la ayuda de panes de nitrato de potasio ,advirtieron la formación de un líquido fluido y transparente. Los hallazgos más antiguos de vidrio coloreados con óxidos de metal procedentes de Egipto se remontan al II milenio a J.C.. Esta técnica debió de propagarse con cierta rapidez y ya en las tumbas etruscas se han encontrado gran numero de ejemplares.(copa azul de la tumba de Barberini).
El vidrio soplado no apareció hasta el período helenístico y romano, Siria Alejandría y la misma Roma fueron sus primeros y mas importantes centros de producción (Vaso Portland del Museo Británico).
En el siglo III la técnica se había difundido ampliamente y se había alcanzado un alto grado de transparencia, en el siglo siguiente ya se organizaron las corporaciones de vidrieros y en Roma existió un vicus Vitrárius ;aparecieron las primeras marcas de fábrica y algunos artesanos firmaron sus mejores obras; en
las casas señoriales del bajo imperio se usaron en ocasiones vidrios policromados para las ventanas.
El floreciente desarrollo del arte del vidrio sufrió un largo estancamiento con motivo de la desaparición del imperio romano.
En contraste con los pocos y pobres centros de fabricación occidentales en la Edad Media alcanzó un notable nivel Constantinopla, donde a la producción de los objetos tradicionales, se añadió las de las teselas para mosaicos y las primeras vidrieras.
A través de Siria, el uso del vidrio se extendió por el mundo árabe, donde alcanzó una notable perfección.
La renovación occidental comenzó después del año 1000 y muy pronto encontró su sede en Venecia, donde en el siglo XII se fabricaron ya láminas obtenidas por el soplado de grandes cilindros.
En el siglo siguiente Murano se convirtió en la prestigiosa isla del vidrio, cuyos productos se exportaron a toda Europa. A la delicadeza y elegancia de sus manufacturas, los vidrieros venecianos unieron una habilidad especial en la pintura al fuego y en las decoraciones a esmalte que imitan la cerámica y la platería
El largo y casi indiscutido dominio veneciano, pasó en el siglo XV a los checos, y el cristal de Bohemia, de brillantez característica, cobró rápidamente gran furor.
También Francia, entre los siglo XIV y XV, produjo un tipo especial de vidrio en láminas, llamado de corona, especialmente apropiado para vidrieras. En 1688 se inició en Saint Gobain la fabricación de hojas de vidrio por colada y laminación. Casi al mismo tiempo, Inglaterra creó el flint glass o cristal de plomo por obras de artesanos franceses y venecianos, mientras en Venecia a fines del siglo XVII y en los primeros decenios del XVIII, renació el arte del vidrio con la creación de los elegantes espejos.
En contraste con los pocos y pobres centros de fabricación occidentales en la Edad Media alcanzó un notable nivel Constantinopla, donde a la producción de los objetos tradicionales, se añadió las de las teselas para mosaicos y las primeras vidrieras.
A través de Siria, el uso del vidrio se extendió por el mundo árabe, donde alcanzó una notable perfección.
La renovación occidental comenzó después del año 1000 y muy pronto encontró su sede en Venecia, donde en el siglo XII se fabricaron ya láminas obtenidas por el soplado de grandes cilindros.
En el siglo siguiente Murano se convirtió en la prestigiosa isla del vidrio, cuyos productos se exportaron a toda Europa. A la delicadeza y elegancia de sus manufacturas, los vidrieros venecianos unieron una habilidad especial en la pintura al fuego y en las decoraciones a esmalte que imitan la cerámica y la platería
El largo y casi indiscutido dominio veneciano, pasó en el siglo XV a los checos, y el cristal de Bohemia, de brillantez característica, cobró rápidamente gran furor.
También Francia, entre los siglo XIV y XV, produjo un tipo especial de vidrio en láminas, llamado de corona, especialmente apropiado para vidrieras. En 1688 se inició en Saint Gobain la fabricación de hojas de vidrio por colada y laminación. Casi al mismo tiempo, Inglaterra creó el flint glass o cristal de plomo por obras de artesanos franceses y venecianos, mientras en Venecia a fines del siglo XVII y en los primeros decenios del XVIII, renació el arte del vidrio con la creación de los elegantes espejos.
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